Charnela y su cocina marinera

Publicado el 25/03/2024 por Ángeles Cosano - Comentarios (0)

MEJILLONES_CHARNELA

El mejillón forma parte de su ADN. Con mojo picón rojo, en salsa verde, curry, manzanilla… en cazuela y patatas fritas.

Entre tanta novedad no siempre suficientemente contrastada y tanta carta con ‘más de lo mismo’, merece la pena reivindicar lugares entrañables con una cocina directa, sencilla y además marinera como Charnela. Su propio nombre, referente a la articulación que une las dos piezas de una concha bivalva, ya ofrece bastantes pistas de sus apetecibles propuestas.

Abierta en 2019, esta taberna marinera es el sueño hecho realidad de Alejandro Yravedra y Victoria Mántaras, joven pareja tan fascinada por el mundo de la gastronomía que no dudaron en dar un giro de 180º en sus carreras profesionales para poner en pie este singular concepto gastronómico muy en la línea de los moules et frites belgas. “Desde el principio tuvimos muy claro que queríamos diferenciarnos con un producto, y a nosotros nos encantaban los mejillones. El más popular molusco de concha del que España es el primer productor a nivel mundial”, subraya Yravedra para quien la cocina siempre ha sido su auténtica pasión y vocación.

Mejillón de mar abierto criado en bateas ecológicas en la ría de Arousa, con el tamaño, sabor y carne perfectos para convertirse en la gran estrella de la casa, presentado en cazuela y con un total de 10 versiones de salsas, nueve fijas y una ‘del chef’ que cambian mensualmente.

Desde la de mejillones chulos elaborados con su propia cerveza artesana Chula y crema de mostaza, los feriantes con tomate y un chorrito de manzanilla o la riquísima cazuela Charnela con nata, curry y un toque secreto muy peculiar; hasta la denominada Gran Place, su cariñosa versión del plato clásico belga, la explosiva y gloriosa de mejillones canarios con mojo picón rojo y picante o la de mejillones exóticos con leche de coco, jengibre, hojas de lima kéfir y curry verde.

También nos hemos chupado los dedos con el fascinante bocatín Charnelo en pan de aceite, mejillón, queso fundido, rúcula y una mayonesa del propio escabeche del mejillón con el que vas a rememorar tus añoradas meriendas infantiles; el Malagueta con boquerón victoriano, cebolla encurtida y salsa tártara casera y, cómo no, su soberbia Gilda, el mejillón tigre, la croqueta de queso Gamonéu o el Charnelito con mejillón acevichado. Todo ello acompañado de un “auténtico chuletón de huerta”, en palabras de Alejandro, lo que se traduce en unas magníficas y sabrosas rodajas de tomate rosa de Barbastro aliñado con vinagreta dulce y sal negra.

Para terminar, y puesto que estamos en Semana Santa, torrija elaborada en pan brioche formato molde con un toque de horno, empapada en leche de coco, naranja, limón, canela y azúcar moreno con helado de lúcuma.

El maridaje en todo momento fue con un Amigos Blanco de Bodegas Torre de Barreda, ensamblaje de airén, viognier y sauvignon blanc con cuya frescura y delicadeza marcamos un pleno absoluto.

Precio medio:35€

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