Cocina de producto sin artificios, fantásticos cócteles de autor y una “Malavida” muy bailona. Con MODO Barcelona, la operadora de restauración The N’Company aúna un magnífico ‘tripartito’ en el Hesperia Presidente: comer, beber y bailar en un mismo lugar. ¿Cabe mayor disfrute?
Traspasar sus puertas y el primer impacto está más que asegurado al contemplar al imponente anfitrión Trixie, un T-Rex dorado que cuelga del techo desafiando la estética clásica cinematográfica imperante de los años 20. Pero aquí hemos venido a disfrutar de esos pequeños placeres que nos van a sorprender de principio a fin.
El deleite comienza en el propio restaurante paladeando el menú degustación MODO, propuesta gastronómica que venera el producto con base de fondos y salsas tradicionales. Para empezar, cangrejo al natural con seis ostras de Normandía nº2, acompañado de crema al vino verjus (jugo ácido de uvas inmaduras), aliño de vinagre y chalota con kimchi y queso Comté; y una espectacular flor de gírgolas, deliciosos hongos del Montseny asados con curry de zumo de zanahorias y remolacha con mantequilla. Platazo total.
De la mar… también resultan tentadores sus tacos de merluza de pincho marinada en miso blanco y frita en copos de maíz crujiente con mojo rojo, junto a la langosta frita con salsa arrabiata, jengibre, pasta kataifi, huevo frito y cilantro fresco.
De postre, nada mejor que unos irresistibles churros con crema de la pasión y chocolate especiado y una riquísima torrija con crema de tofu y praliné de pistachos.
Tras el descanso vespertino, encaminamos nuestros pasos a The Bar & Only, “el corazón sofisticado de MODO Barcelona”, en palabras de Jesús Piñera, director de marketing del hotel, en el que el tiempo casi se detiene saboreando cualquiera de sus sorprendentes reinterpretaciones de cócteles clásicos, mezclas de autor con guiños mediterráneos y una carta de bebidas diseñada ”para sorprender tanto a los paladares más exigentes como a quienes buscan descubrir algo nuevo”.
El círculo de sorpresas culmina en MODO MALAVIDA un viaje a la noche más desenfadada donde la nostalgia se convierte en pura celebración. Inspirado en la esencia de los bares de copas y discotecas españolas de los años 80 y 90, este espacio rinde homenaje a una época dorada de la música. “Aquí, los clásicos del pop español se mezclan, creando un lugar donde el tiempo parece detenerse y la diversión nunca acaba”, subraya Piñera.
En este cúmulo de sorpresas no se puede dejar de lado que Hesperia Presidente forma parte del nuevo concepto de turismo Hesperiencial, “una filosofía que apuesta por ir más allá de la estancia tradicional en un hotel, ofreciendo a los huéspedes experiencias que los conecten con el destino de una manera más inmersiva”, subraya Isabel Sanz, directora del hotel. Lo que se traduce en una programación de eventos exclusivos como catas, prácticas gastronómicas y de coctelería de autor e incluso actividades culturales.
Como el precioso paseo que disfrutamos por la icónica avenida Diagonal para descubrir la Barcelona de ayer y las ‘entretelas’ de la burguesía catalana a través de edificios modernistas tan señeros como la Casa Terradas, conocida popularmente como Casa de les Punxes (Casa de los Pinchos) por sus torres puntiagudas coronadas por agujas de forma cónica, diseñada por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch para la familia Terradas Brutau; el Palau del Baró de Quadras, la Casa Serra… hasta llegar al Círculo Ecuestre, antiguo palacete modernista construido por Juan José Hervás Arizmendi en 1910. Mejor broche de oro imposible.