Vinos de gran personalidad, muy fieles al territorio. Gratos tesoros para los que buscamos identidad, variedades únicas y una relación calidad/precio imbatible.
Marcados por la altitud de sus cepas (entre 500/750 metros) y esculpidos por la naturaleza, en suelos mayoritariamente graníticos con algunas manchas de esquisto y un clima continental con acusadas oscilaciones de temperatura (veranos cortos, calientes y secos e inviernos prolongados), condiciones que favorecen uvas con alta acidez natural, maduración lenta y un perfil aromático fresco y preciso, los vinos de Beira Interior son una magnífica expresión de su corazón de pizarra.
Con casi 16.000 hectáreas de viñedo, estamos ante una de las denominaciones vitivinícolas de Portugal más desconocidas y de las más atractivas por su propia idiosincrasia y puesta en valor de variedades autóctonas como la síria (variedad blanca más antigua del país y la más plantada en Beira Interior, que aporta una locura de frescor natural y exuberancia aromática); fonte cal (variedad blanca exclusiva de la zona, recuperada a partir de cepas antiguas, que ofrece aromas florales, a miel y frutas tropicales); rufete (variedad tinta conocida en la zona como ‘pai dos pobres’ por el tamaño de sus uvas, que proporciona un aroma rico, afrutado y elegantísimo en boca, junto a una acidez muy equilibrada) o marufo (otra variedad antigua y predominante en las cepas viejas de Beira Interior, ideal para la elaboración de rosados por su gran aportación aromática).
Descubrir estos tesoros vinícolas de una región única dividida en tres subregiones (Castelo Rodrigo, Pinhel y Cova da Beira) con mucho futuro para el deleite no solo vinícola ha sido nuestro empeño y creemos que lo hemos cubierto con creces a través de este recorrido por la autenticidad, el patrimonio y los vinos de altura del interior portugués.
Con 30 años de trayectoria empresarial a sus espaldas, La Ferraz posee aproximadamente 20 ha. de viñedo, de los que cerca de cinco se encuentran en Horta do Douro y el resto en Vale Flor. Su empeño siempre se ha centrado en la elaboración de vinos artesanales a partir de variedades autóctonas –como síria, baga o arinto–, observando siempre máximo cuidado por la identidad del terroir.
Identidad plenamente demostrada con su Souvall Reserva 2021 Tinto, un entrañable homenaje a las montañas y al tiempo, elaborado con touriga nacional, touriga franca, baga, mourisco, tinta roriz y tinta barroca, procedentes de viñas de 30/80 años, situadas entre 500/600 metros de altitud. Un tinto que apunta armonía, vivacidad y elegancia con aromas frutales que te envuelven.
Sin perder de vista su magnífico Souvall Espumante elaborado exclusivamente con la singular variedad tinta barroca, única en Portugal, a 600/750 metros de altitud y producido mediante el método clásico. Este Reserva Rosé Extra Brut expresa realmente el carácter riguroso de la viticultura de montaña, a partir de unos suelos graníticos y un microclima único que le aportan su vibrante frescura y deliciosa acidez. Un ejemplo de delicadeza y equilibrio tanto en nariz como en boca.
De espaldas a la Sierra de la Estrella, cuyo origen se remonta a 1945, esta bodega es pionera en agricultura ecológica en la región. Dispone de unas 60 hectáreas de viñedos plantados en suelos de granito, a una altitud media de 500 metros, y actualmente cultiva 18 variedades de uva tinta como touriga nacional, trincadeira, rufete, jaen, tinta roriz, marufo, tinto cão, alfrocheiro, baga, syrah, petit verdot, sangiovese; y seis variedades de uva blanca como fonte cal, síria, arinto, verdelho y riesling.
Vinos sabrosos, gastronómicos, muy apegados al terruño y su entorno como el Herdade do Lousial Curtimenta Reserva 2022 Blanco, elaborado con las variedades síria y riesling. Con buena entrada en boca, expresivo, fresco y complejo, con discretas notas de madera. Postgusto largo y muy agradable.
Sin perder de vista el Vinha das Colmeias Reserva 2022. El nombre del viñedo lo dice todo sobre este vino, pues las vides crecen exuberantes en un entorno de pureza inmaculada y las abejas trabajan con ahínco para producir miel de flores de la variedad alfrocheiro. Una joya elaborada con tecnología minimalista, para respetar el carácter de la variedad, que ya está listo para beber, aunque se garantiza larga conservación. De fermentación prolongada, crianza en barricas nuevas de roble francés y clarificación natural, favorecida por el frío intenso de la Serra da Estrela, en boca expresa intensidad, carnosidad y elegancia.
Proyecto personal de uno de los enólogos más influyentes de Portugal, Roboredo Madeira, pionero en el concepto de vinos de altura en Portugal y todo un referente de innovación enológica. Con una trayectoria asentada y enfoque técnico intachable, representa una de las bodegas más personales y coherentes de Portugal, siempre tras el empeño por capturar la expresión más pura del terroir y su constante apuesta por variedades autóctonas. Sus elaboraciones son fiel reflejo de concreción, identidad y buen estilo.
Precisamente su vino Beyra Grande Reserva Tinto 2021, sobre un total de 95 vinos presentados, ha sido galardonado como “Mejor Vino de Beira Interior” en la 18ª Gala de los Premios Beira Interior otorgados por la Comisión Vitivinícola Regional, a la que asistimos en un entorno cargado de historia como el Castelo Cristóvão de Moura, icono de la región con preciosas vistas sobre la aldea histórica de Castelo Rodrigo. Con una crianza de 14 meses en barricas de roble americano, este vino es pura explosión aromática e intensidad, con una entrada en boca muy sutil, elegante, final largo y persistente. Seducción y elegancia a partes iguales.
Adega Cooperativa de Castelo Rodrigo
Cooperativa histórica que trabaja con pequeños productores de la zona. Fundada en 1956 con vocación de comunidad, representa el trabajo conjunto de pequeños viticultores que, generación tras generación, han conservado las variedades locales y el espíritu de la viticultura tradicional de la región.
Situada en Figueira de Castelo Rodrigo, con una capacidad de producción de 12 millones de litros, esta bodega histórica ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su raíz cooperativa.
Dentro de su amplísima gama de vinos conviene tener muy a tener en cuenta su Marquez de Castelo Rodrigo Reserva Blanco 2023, elaborado con las variedades síria, malvasía fina y arinto, con una crianza de tres meses en barrica de roble francés; y Sapientia Reserva Tinto 2021, elaborado con touriga nacional y tinta roriz, creado como homenaje a los monjes cistercienses que trajeron la tradición vinícola a esta región. Con una crianza de 12 meses en barrica de roble francés y americano, es todo un puntazo aromático de fruta madura y mineralidad. Muy elegante.
Quinta do Cardo (Figueira de Castelo Rodrigo)
Su nombre procede de los cardos lecheros de la propiedad utilizados para la producción de queso en Beira Interior. Ubicada en Figueira de Castelo Rodrigo, es una de las fincas más señeras del Douro Superior. Con unas primeras cepas plantadas en 1932, hoy la finca se encuentra en plena transformación hacia un modelo ecológico y biodinámico, con un viñedo de altura que transmite autenticidad.
Vinos precisos, llamativos y tan deliciosos como el Vinha do Lomedo Síria Blanco 2022, pleno de fuerza y armonía, procedente de la parte más antigua de la Vinha do Lomedo (con cepas de más de 50 años), plantada en un 90% con la variedad síria. Un blanco para descorchar y descorchar.
En el terreno de tintos, bravo por su Quinta do Cardo Grande Reserva 2021, vino diseñado para envejecer en botella largo tiempo, complejo, diferente, muy bien hecho. Conviene tener paciencia para guardarlo y disfrutar de un grandísimo vino.
DÓNDE COMER
En el centro histórico de Guarda, frente por frente a la catedral, se encuentra este singular restaurante que aúna extraordinaria materia prima local con una carta de vinos excepcional. No en vano dispone de una bodega con 550 vinos procedentes de las 14 regiones portuguesas, de la que se siente plenamente orgulloso su propietario Pedro Nobre.
La cocina de la joven chef Elizabete Neves pone en valor la gastronomía tradicional con cierto toque contemporáneo. Autenticidad, creatividad y conexión con el territorio, donde la sorpresa siempre está garantizada.
Desde carnes a baja temperatura hasta reinterpretaciones de platos clásicos, su plato estrella es el bacalao à Nobre elaborado a la brasa, al igual que sus provocadores postres como la mousse de chocolate con helado de vino de Oporto.
Taberna da Matilde (Castelo Rodrigo)
En pleno corazón de Castelo Rodrigo, se encuentra esta casa de comidas con historia a rebosar. Cocina casera, siguiendo siempre un profundo respeto por el recetario tradicional portugués, en el que hay que dejarse seducir por uno de sus grandes clásicos como el churrasco de cordero.
Manjar tan imponente y delicioso como su tabla de sabrosísimos quesos y afamados embutidos producidos de manera artesanal –ojo a la alheira, considerada como una de las 7 Maravillas de la Gastronomía Portuguesa–; y su más que exclusivo plato de migas de pescado. Tradición a tope con soberbios vinazos.
DÓNDE DORMIR
Inmersión plena en el alma medieval de Portugal. Autenticidad, historia y belleza sin artificio rodeada de colinas suaves, con calles empedradas y arquitectura tradicional. A pesar de su reducida población, la preciosa aldea medieval de Marialva (adscrita a la consideración de aldeas históricas de Portugal), es un magnífico símbolo del turismo sostenible y de calidad.
Espacios como Casas do Côro, eco-resort integrado con el paisaje, han sabido revitalizar este mágico lugar sin romper su esencia, ofreciendo un lujo discreto y emocional, donde el vino, la gastronomía y el descanso se funden con el alma de la piedra. Hedonismo con mayúsculas. Eso sí, ellos mismos confiesan que en más de una ocasión hay más clientes en el resort que habitantes de la localidad.
Sin lugar a dudas es un lujazo total en plena naturaleza. Con más de 20 años de historia, las Casas do Côro son el sueño hecho realidad de Carmen y Paulo Romão con esta propuesta única donde el dolce far niente envuelve todos los espacios.
Casa da Cisterna (Castelo Rodrigo)
Dentro del recinto amurallado del impresionante pueblo histórico de Castelo Rodrigo, la antigua cisterna que una vez sirvió como depósito de agua para el pueblo ahora da nombre a Casa da Cisterna. Proyecto vital de dos biólogos lisboetas como Ana y Antonio que han recuperado con mucho cariño y adaptado a una nueva vida nueve habitaciones y dos suites, junto a una piscina y una preciosa terraza (habilitada para desayunar o cenar). Mejor forma de despedirnos de esta preciosa región, en pleno contacto con la naturaleza que aúna pasado y presente, imposible.