Málaga está de moda, no sólo por sus más que atrayentes propuestas artísticas de talla internacional, como los museos de Picasso, el Carmen Thyssen, el Centro Pompidou, el Centro de Arte Contemporáneo, la Colección del Museo Ruso… sino también por la profunda metamorfosis que ha experimentado en los últimos años hasta convertirla en una preciosa y alegre ciudad que desde la altura de los siglos de la Alcazaba te “atrapa” en un momento, papilas gustativas incluidas.
DÓNDE COMER
Muy cerca de la catedral, Uvedoble Taberna, comandada por su chef y propietario Willie Orellana, ocupa por derecho propio el podio de ganadores en el panorama gastronómico malagueño con un muestrario de propuestas muy originales y, a su vez, enraizadas en la tierra y bien elaboradas, que presenta en formato tapa, media ración o ración entera.
Desde su riquísima ensaladilla rusa con gambas, los espectaculares fideos negros tostados con calamaritos de Málaga o el suculento morrillo de pez espada en manteca colorá hasta sus rollitos crujientes de langostinos con soja o el canelón de chivo malagueño a la pastoril. Si crees que ya has terminado de salivar, ya verás cuando pruebes sus tacos de atún rojo con emulsión de coliflor, el flamenquín de presa ibérica con mayonesa de mostaza, las manitas de cerdo deshuesadas con pistacho y manzana asada o el magret de pato con mango. Y un consejo: reserva o llega tempranito porque sus mesas son muy codiciadas.
Si quieres comer en plan pescaíto frito, uno de los grandes manjares de la gastronomía popular malagueña, y siempre que el mes no contenga la letra erre, deberás dejarte tentar en chiringuitos de la playa de El Dedo (El Palo) como el Bar Victoria o El Tintero por los sabrosos espetos de sardinas asadas, que se preparan ensartando varias en una caña y haciéndolas a la brasa. Además de pijotas, boquerones, acedías, calamares, chopitos, salmonetes… acompañados de una auténtica ensalada de tomate o de pimientos, tortillitas de camarones, gambas, conchas finas, huevas aliñás o mejillones.
Precisamente El Tintero tiene un curiosísimo método para hacerte con el “botín” culinario: los camareros pasan entre las mesas pregonando las viandas recién preparadas y para aquello que quieras debes de levantar la mano a modo de una subasta. Todos los platos tienen un mismo precio, 7€.
No puedes irte de la ciudad natal de Picasso sin conocer, frente a la Alcazaba, una bodega típica a rabiar: El Pimpi, toda una institución en la capital malagueña, fundada en 1971 en lo que era un viejo caserón del siglo XVIII en el que se respira gitanillas y torería, para saborear los vinos dulces de Málaga, santo y seña de la casa, guardados en barriles firmados por multitud de famosos que han pasado por este local a lo largo de su historia, desde Picasso y Carmen Thyssen hasta Antonio Banderas. Además de la taberna, también disponen de una grandísima terraza y de otro local llamado La Sole del Pimpi, en plan actual y coctelero, para saborear, por ejemplo, un singular mojito Pimpi realizado con moscatel, triple seco, hierbabuena, lima, uva y soda, después de haberte comido una jugosa cazuela de atún y calabaza.
Otra cita obligatoria es la Antigua Casa de Guardia, legendario local donde se elabora vinos desde 1840, para dejarte embriagar por su delicioso Pajarete 1908, Pedro Ximénez 100% con 36 meses de crianza en botas de roble americano; su vermut Especial Antigua Casa de Guardia con 48 meses de crianza en botas de roble americano de color ambarino y aroma a clavo, canela y cáscara de naranja, o su brillante moscatel con dos años de crianza en botas de roble americano.
DÓNDE DEGUSTAR EL MEJOR CAFÉ, BATIDOS Y CHURROS
En El Último Mono, muy cerca de la Plaza de la Constitución, no sólo encontrarás el mejor café de Málaga, elaborado por ellos mismos, sino también un auténtico paraíso de riquísimos zumos naturales (como el de manzana, naranja, lima y jengibre o el de zanahoria, piña y naranja), batidos (como el de naranja, piña y mango o el de pera, frambuesa y piña) y smoothies (como el de piña, melocotón, plátano y frambuesa o el de naranja y frutas del bosque) dentro de un ambiente colorista, muy acogedor y urbanita. Y para acompañar, dispone de un amplio surtido de magdalenas, galletas, cookies y brownies artesanales.
Si te gusta el chocolate con churros crujientes o tejeringos, servidos con prontitud y esmero, tendrás que encaminar tus pasos hacia Casa Aranda, famosa por este sencillo manjar y por ser lugar de reunión de periodistas malagueños desde 1932, ubicado en uno de los primeros pasajes creados en Málaga.
Para alucinar con esa Málaga a tus pies y cercana, que te cautivará bajo las estrellas, no te quedes sin gozar del auténtico placer que supone la terraza del hotel AC Málaga Palacio en su planta 15, la más alta de la ciudad, con espectaculares panorámicas de la catedral, el puerto y toda la urbe. Un delicioso punto de encuentro de cantidad de gente deseosa también de regocijarse con su rica e informal propuesta gastronómica y sus impresionantes cócteles.
Otra de las sorpresas que te aguardan en esta cálida ciudad, en la calle de San Telmo, es el Oasis Lounge en la azotea del Oasis Hostel, muy próximo al Museo Carmen Thyssen y con unas impactantes vistas a los simétricos tejados de la Iglesia de los Mártires. Una terraza con mucho ambientazo, soberbios combinados y zumos naturales, que ofrece actuaciones en vivo de jazz y flamenco.
Con esa cautivadora decadencia y aire de nostalgia casi decimonónicas que le caracterizan, tampoco debes olvidar la terraza del Balneario Baños del Carmen, asomada al Mediterráneo desde 1918 como primer club de la ciudad que disponía de instalaciones de hípica, tenis y natación. Un marco incomparable para dejarte llevar por esas maravillosas puestas de sol escuchando el sonido de las olas y saboreando un sorprendente cóctel de autor denominado El Balneario, elaborado con ginebra, Pedro Ximénez, zumo de naranja y lima, o un clásico Cosmopolitan realizado con vodka, triple seco, zumo de lima y arándano.
Para recordar a su gente con tanta chispa y salero, culmina tu estancia en una de las tiendas más bonitas de la ciudad, la freiduría de patatas fritas y frutos secos Paco José, enclavada justo detrás del precioso y popular Mercado de Atarazanas. En ella podrás adquirir multitud de frutos secos recién hechos, como sus apetitosas almendras fritas, y unas crujientes patatas fritas, elaboradas por ellos de forma artesanal. Si te gusta el dulce, no podrás parar ante tanta golosina, bombones y caramelos que te susurran ¡cómeme, cómeme!