En el madrileño barrio de Salamanca, acaba de abrir sus puertas Bendita Locura, una oferta gastronómica informal con un plantel de propuestas sencillas y tan apetecibles como su tabulé con queso feta, aceitunas negras y salsa de yogur y menta; el salmorejo con toque de remolacha; la ensalada Lucas con confit de pato, pasas y vinagreta de Pedro Ximénez; la provoleta con tomate perfumada con trufa blanca; junto a un amplio surtido de tostas como la de morcilla, pimiento y nueces, y molletes de cerdo, ternera o pollo con brotes verdes.
Para comer bueno y barato, de lunes a viernes, hay siempre plato del día con bebida y café (10’50€), siendo el cuscús la gran estrella de los miércoles. Y como la semana no termina en viernes, Bendita Locura también ha puesto en marcha la iniciativa ‘Un placer de fin de semana’, para disfrutar del brunch tanto sábados como domingos (de 11:30 a 15:00h) con dos presentaciones: brunch clásico (19€) o Little Brunch (10 €).
Su acertada mezcla de estilos entre el toque industrial de parte de su mobiliario en metal y lo natural de la madera, junto a la singularidad de los objetos que completan mesas y rincones en sus dos plantas –¡ojo! al fantástico Chester, insignia del local–, crean un espacio singular para “perder la cabeza”, eso sí, desde el plano gastronómico o simplemente disfrutando sorbo a sorbo de una copa.
