Un buen pan, un buen aceite de oliva virgen extra y a mojar. ¿Cabe mayor deleite antes de comer? Por eso y para conseguir el perfecto maridaje entre aceites y panes, el chef Juan Pozuelo nos propone los mejores bocados de pan con aceite.
Aceite de oliva virgen extra arbequina
En su opinión, por su suavidad, su sabor dulce combina a la perfección con panes delicados y aromáticos. “Toda una experiencia con pan de pasas y naranja, pan de miel o de higos, que también se disfruta plenamente con los panes elaborados de forma tradicional. De entre ellos, algunos de los que más potencian las propiedades de la arbequina son el Pa de Pagès Català, la tradicional barra, el pan de Escanda o el pan de Ronyó”.
Aceite de oliva virgen extra cornicabra
Su característico amargor le hace idóneo para disfrutar con panes de miel, de orejones y pan de frutos secos. “Esta variedad también resulta estupenda para ser degustada con panes tradicionales españoles como el Pan de Cea, el de Valladolid (lechuguino) o la clásica chapata”.
Aceite de oliva virgen extra hojiblanca
Aceite que por su suavidad marida prácticamente con cualquier tipo de pan, “sobre todo aquellos con aromas más sutiles como los de especias, de hierbas, de espelta o los de centeno”. En este caso, los de Alfacar, el bollo sevillano o la rosca gallega resultan perfectos.
Aceite de oliva virgen extra picual
Por su intensa personalidad, este aceite requiere panes de miga contundente y sabores potentes. Tanto los candeales como los panes de cebolla y tomate, y los de queso encajan con esta variedad. «Lo mismo sucede con los panes de la IGP Pan de Cruz de Ciudad o con otros como la hogaza de León, el pan de Pintera y el de Moña. Todos ellos presentan un perfil organoléptico que se disfruta plenamente en compañía de un picual”.